Lo vi solo, caminando triste, por un concurrido lugar, Sus ojos me atrajeron, mientras me pedia me fuera, Lo tomé de las manos, lo llevé conmigo, le pregunté si tenía frio, le ofrecí mi abrigo, le di mi tiempo, fuimos más que amigos, Lo vestí de blanco, le cosí unas alas, y se hechó a volar, Ángel mío, ingrato amor, te adoré tanto, y me pagaste con dolor, Sólo quiero que vuelvas, aunque sé que no. Eras un sol que alumbraba, y que me daba calor, eran tus ojos ventanas, hacia tu mundo, mi amor. Ahora te has ido, sin saber que has sido, mi más secreto amor
Cuando la inspiración me ataca, me encontraré escribiendo en éste mi diario de historias alternas