Brianda... Diario poético

Ella ha guardado por años memorias, recuerdos de antiguos amores, retazos de vidas pasadas, una larga lista de nombres para hombre y mujer, Ha guardado celosamente, sus múltiples historias. Ella ha escrito su réquiem, y se ha despedido de quienes amó, y ha vuelto una y otra vez a la ciudad destruida, esa que ella misma construyó. Renegando sus talentos, empolvando sus sueños, deshilando sus historias, se ha vuelto parte de un mundo que no tiene dueño. Se ha dedicado a buscar solo los sueños de la superficie y ha encapsulado los que guardó en su corazón y su mente tan secretamente. Ella sabe de las largas historias que se niega a terminar, sus finales trágicos y sus finales gloriosos. Sin embargo, su propia historia, se ha sentado a  repasar

Era tarde... Ya no habían ilusiones que cegaran los ojos de aquella niña que se había convertido en una mujer.  20 años de perseguir metas que ya había rebasado, y sin embargo, cuando más fuerte se sintió, más vulnerable se encontraba. En frente de ella, el miedo al fracaso, al silencio, a la autodecepción que llegó a sentir en su periodo de autocompasión y odio sociopata. Era tarde... Él ya estaba al borde de una crisis de personalidad. Su estado de ánimo lo ocultó con una máscara de felicidad y de condescendencia hacia el prójimo. Hacia todos aquellos que creían y apostaban que era un ángel, y que los ángeles están destinados a cuidar, proteger, a velar, más nadie está allí para amarle, quererle, recordarle que hay un motivo para vivir. De haberse conocido antes cualquier cosa habría valido menos. Sin embargo, mientras iban por vagones diferentes, sus caminos cruzaron. Y sonrieron. Ya que ambos querían perderse, y olvidar un poco el trance de la soledad qu

Por los años que he pasado dedicándome a estudiar, a vivir digna y respetuosamente, me he dado cuenta que la vida no es tan bonita como lo parece. Que las personas malas existen y que las experiencias desagradables aparecen en tu camino para forjar tu carácter o en su defecto hacer mayores nuestros errores. Debí haberme dado cuenta que regalar todo lo que tenía y hasta me faltó de mi misma, fue lo peor que pude hacer. No me detuve a pensar que el primer momento de debilidad se convertiría en mi tortura por más de un año. Es evidente que no todos los viajeros del tiempo buscan arreglar el pasado. Otros simplemente dejan que las cosas vuelvan a repetirse de la misma manera, tan catastróficas e intempestivas como la primera vez que sucedieron. Tal vez mi precio tengo que pagar por acompañarle a conocer mi presente para que formara parte de su pasado. ¿y que hay de mi pasado? Ese es el capítulo que quiero borrar de mi vida, sin necesidad de arreglarlo porque hay personas que si