Brianda... Diario poético

Si pensabas que tu amor era indispensable para mí, realmente eras un egoísta, no te acuerdas que ya me olvidé de ti, ya el fuego se ha apagado, seamos realistas. La distancia ahogó nuestras ilusiones y durante la marcha fué apagando las pasiones seamos realistas, yo ya no estoy más en tu lista. Ojalá y no me doliera ojalá yo no existiera ojalá todo este amor y odio en polvo se convirtiera Si creías que iba a esperar que decidieras y que un día como la noche, tan de repente volvieras realmente eras un insensato pues aunque me lloraras no me trago tu perdón barato Ojalá y no me doliera ojalá yo no existiera ojalá todo este amor y odio en polvo se convirtiera Ojalá que con el tiempo dejaras de aparecerte y que como las hojas que se lleva el viento te fueras lejos para siempre Ojalá y no me doliera ojalá yo no existiera ojalá todo este amor y odio en polvo se convirtiera

Ángeles, almas blancas y esencias duraderas miradas profundas y tiernas, esos abrazos que no olvidaras jamás como si estuvieras en el momento exacto cuando te los dieran, así eres tú y todos los que se han ido, todas las personas que me han importado y han partido. Como canciones que se escuchan una sola vez y te quedan grabadas de  oído como perfumes que sientes cuando alguien que tanto amas se ha ido... Recuerdos que jamás se borrarán aun cuando el tren de su marcha, aun cuando la historia ha lanzado la última flecha. ¿Cómo pretendes que me acostumbraré a no escucharte? Si aun no me imagino como sería el mundo sin ti, y sin todos los que se han ido. (In memoriam: Alma Kahori Gómez Amaro, Hermelinda Arellano Vélez, Elsa María Mazzucca)