Me sorprende que no intentes ni siquiera decir 'te amo' cuando los crueles silencios entre nuestras conversaciones aparecen cuando no hay nada que decirnos y mi semblante entristece. Me sorprende que ya no me abraces como antes cuando lo hacías porque simplemente te nacía ahora tengo que pedirte un abrazo, como si los vendieran, como si los alquilaran, como si los rentásen. Me sorprende que siga tan enamorada como el primer día Y que a ti, incluso el estar enamorado se te olvida...
Cuando la inspiración me ataca, me encontraré escribiendo en éste mi diario de historias alternas