Hay días en los que simplemente no te quieres ni levantar, pues ves a diario el mismo rostro en el espejo, el mismo que has visto siempre, los mismos rizos mal hechos de ayer que siguen iguales, y asi seguirán; el mismo cuerpo que odias, con sus no se cuantos kilos de más y su carente simetría y forma, lo ves a diario, pero se acentúa en esos días. Sabes que tienes 18 años y que no has logrado lo que siempre dijiste que ibas a lograr. No eres como los demás; Te apresuraste a crecer, a "madurar", y tus constantes batallas existenciales de tres personalidades en una, son el precio que debes pagar. No estás cómoda ni con los tuyos, pues no sabes "como te debes comportar"; no eres niña, no eres adolescente, no eres adulta, eres un híbrido extraño de los tres. Con los niños y la gente que te quiere y te necesita eres dulce, con los adolescentes te sientes incómoda y con los adultos un tanto inquisitiva y cuestionante. En fiestas, tan callada, como si por tu silencio te p...
Cuando la inspiración me ataca, me encontraré escribiendo en éste mi diario de historias alternas