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Sin escapatoria

Nuestro juego fue simple, aprender a querernos para lastimarnos;  pretender alejarnos para despues odiarnos. Así sucedía y sucederá si nos encontramos en otra vida.

Tenemos que conocernos y cruzar palabras para que los actos queden al final de todo, y solamos perdernos en un abrazo con el olor del romance que yace hipnotizado entre su cabello de rizos bronceados.

Tenemos que arrancarnos la piel a pedazos después de nuestras peligrosas emociones que se volcarán sobre nosotros como un huracán cuya furia se abalanza sobre nuestros desafortunados destinos.

Sin embargo despues de odiarnos habremos de encontrar la calma y la paz. El amor verdadero y nuestra pasión para que solamente tu y yo seamos ese recuerdo del que nos negaremos a hablar pero siempre estará presente cual tatuaje sobre nuestra frente. 

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