Ir al contenido principal

poema sin título

Cansada estás de llorar,
pequeña niña mía,
cansada de soportar,
que te aislen todavía.

Un alma blanca y buena,
madurez precoz,
una intérprete que lo deja todo,
por encontrar su propia voz.

Vuelas con alas atadas,
por el cielo obnubilado,
olvidas que tienes fuerza,
y que no estás tan sola,
Dios está a tú lado.

Compensadas tus lágrimas serán,
tanto de pasado y presente,
y tu arte al mundo encantará,
y tu ser conmoverá a la gente.

No llores más pequeña niña,
si ahora estás creciendo de una manera acelerada,
es mejor que sea así,
a que de la vida no comprendas nada.

El amor y el arte serán tuyos,
los usarás porque ya los llevas contigo,
ellos serán tu estandarte,
y en el frío serán tu abrigo.

Quieres volar y desaparecer,
en esta noche sinuosa,
no te has dado cuenta que el mundo te necesita,
y que por tu arte bellas son las cosas.

Envuélvete en un ser fuerte,
como tu lo eres,
y saca tu ser divino,
solo si es que tu así quieres.

No llores más,
todo estará bien,
saludo al pequeño adulto,
a la niña dulce del ayer,
y es bienvenida,
la fuerte y artística mujer.

No sufras más,
querida mía,
ni te acongojes por lo que dicen,
si te envidian... Es simplemente porque te admiran.

Ve y duerme dulce niña,
y despierta a esa fuerte mujer.

Comentarios

Anónimo dijo…
Son hermosos tus poemas, a qué esperas para un libro?

Noe, Argentina.

Entradas más populares de este blog

Pienso en ti

Era muy de mañana cuando tenia que levantarme para hacer una de las cosas que te hubiera encantado hacer. Aunque tal vez no conmigo. Mientras terminaba de conversar con el tiempo, esperaba que tu recuerdo me trajera tu imagen y no fue así. Parece ser que mientras mas pasa el tiempo menos me olvido de ti. He aprendido a sobrevivir y a ser feliz pero ¿Por qué necesito de tu miserable presencia para sentir que aun estas ahi? Yo era feliz con el simple hecho de estar contigo, tanto que si solo me pidieras que fuera tu amigo lo habría sido, sin resistencia y sin objeción. Pero ¿Por qué tuviste que jugar con mi corazón? Tu vives y vivirás en el pasado. Donde nadie puede ser lastimado y como las personas terminan siendo buenas porque los demás lo han recordado. No deseo nada malo para ti. Estás viva y eso debe hacerme feliz. Solo que el simple hecho de recordar lo que vivimos y que alguna vez estuve junto a ti y notar que somos extraños me hace s...

Promesas dispersas

Después de años de guardar rencores de viejas heridas, de cargar con sacos de experiencias vencidas, he decidido sacudir sus huesos y dejar que el polvo se esparza por donde se quiera ir. ¿De qué me sirve lamentar mi pasado? Si al final, lo peor ya pasó Ya me lastimaron, ya pasaron encima de mi, ya cumplieron en otras personas lo que tanto me prometían a mi. Todo cambio en uno de esos tantos domingos. Donde estuve a punto de deshacerme del último grado de sentido común que quedaba en mi, ahí le conocí. Casi 1 metro 78 de altura y pelo rizado, con una sonrisa vacía y algo de nerviosismo en sus manos. Vestía de negro, y tenía a alguien de mis conocidos a su lado. En ese momento no fue importante nuestro encuentro. Apagué mi cigarro y entré al lugar. Yo ese día, habría dejado de fumar para siempre... La combinación del refresco de cereza, bombones y semanas llorando en mi cuarto me habían dejado sin ganas de contemplar el deseo... Y entre tantos colores, tantos dis...

Entre la nada

Pensé que mirar a la vida desde una fría ventana, me evitaría sufrimientos, el estar entre la nada. Pero fue más grande el descubrir lo que la vida tiene para mí que me hizo salir de mi cueva y explorar lo que creía era nada. y hoy, la nada es todo para mí. La nada encierra mis razones, descubre mis instintos, alimenta mis pasiones. La nada es el todo, pero cada día le damos un sentido a las cosas que vivimos, le damos nombre a las cosas que sentimos. Todo comenzó de nada, y se convirtió en algo, y cuando se termina, vuelve a ser nada. Es infinito y amargo el sentido de la nada Es infinito y completo todo aquello que es algo Sabemos que al final somos algo, pero algún día, de ese algo seremos nada